«Si no puede distinguir quién respira y quién no, el retrato es un Clayton & Co.» A fines del siglo XIX, en la desaparecida localidad de Atlas, la joven Abigail Clayton era reconocida por el curioso talento de fotografiar a los muertos. Una habilidad que cuidaba un aterrador secreto: los protagonistas de sus imágenes le susurraban secretos sobre los vivos. Personas de todo el país viajaron a conocer a la «médium Clayton»; recibió a campesinos y diplomáticos, ayudó en casos legales y policiales, hasta que una acusación de demencia y un escabroso homicidio terminaron con su corta carrera. «Bruja, loca, asesina», dicen que estuvo encerrada más de una década en el sótano de un sanatorio antes de que la tuberculosis y el olvido la mataran. Dicen muchas cosas sobre ella. Sin embargo, lo único claro es que la verdadera historia de quienes retrataba se escondía en el susurro de los fantasmas o detrás del clic de una de sus fotos.
Con todo esto de la cuarentena lo mejor es tomar un buen libro y perderse entre sus páginas dejando que el tiempo vuele. Mi primera elección fue este increíble libro que hace mucho que quería leer. Lo vi en la librería y solo con ver la portada quedé enganchada, tanto así que lo compré inmediatamente, incluso antes de leer la sinopsis. No me arrepiento para nada.
Hablemos de esta novela. Cuando comencé a leer quedé un poco desconcertada porque no sabía dónde estaba parada pero después de la tercera página todo fluyó perfectamente, y eso es algo que me encantó de esta novela, que todos los puntos se conectan perfectamente y no quedan cabos si atar, da una increíble satisfacción ver como todo va encajando perfectamente.
El libro está ambientado en 1889, en un pequeño pueblo llamado Atlas que queda muy cerca del puerto de Valparaíso, donde llega una increíble cantidad de extranjeros todos los días, y relata la historia de Abigail una adolescente que se ha casado con un doctor británico de alto prestigio que abusa constantemente de la pequeña. El padre de ésta le inculcó un amor por la fotografía y es así como el matrimonio decide abrir un centro fotográfico. Inicialmente solo se retrataban a extranjeros que por ahí pasaban y necesitaban fotos para algún documento. Pero, al darse cuenta que el negocio de los retratos post-mortem era más lucrativo, el negocio tomó esta nueva dirección. Abigail estaba acompañada por Sam, un artista italiano capaz casi de devolverle la vida a los cadáveres a través de su habilidad con el maquillaje y otras técnicas un poco menos dignas. Y la Marquesa de Silas, quien es una especie de alcaldesa del pueblo a la que no se le escapa ningún detalle.
Es así como comienza la historia, luego de tomar ciertos retratos que esconden varios secretos y que Abigail comienza a revelar, sin que haya otra explicación para que ella los sepa que la de haber hablado con el mismísimo muerto que posa en el sillón de su estudio, sus habilidades comienzan a divulgarse convirtiéndola, a los ojos del mundo, en una médium, una que debe sufrir ahora los peores abusos de su marido quien, cegado por las disparatadas sumas que ahora tiene en sus manos debido el interés de la aristocracia por estos nuevos servicios que se dan en Clayton & Co., comienza a obligar a Abigail a crear todo un espectáculo para los clientes. Es así como, en el intento de descubrir un asesinato Abigail llega a su límite y todo comienza a desmoronarse. Sin poder soportar más las injusticias de su vida toma decisiones que la llevarán a pasar 15 años encerrada en pésimas condiciones en un hospital mental de donde será rescatada para comenzar una nueva, y no menos interesante, parte de su vida.
Hace mucho mucho tiempo que no sentía tantas emociones leyendo un libro. La rabia debido a las injusticias que tenía que soportar Abigail, el odio hacia Emmett, el placer cuando llegó la hora de la venganza, la emoción cuando van camino al monasterio, el temor cuando Abigail debía entrar en su laboratorio. Me sentía tan parte de la historia como si fuera yo quien estuviera ahí acomodando los cadáveres o ayudando con la iluminación para la foto perfecta.
Algunos personajes de este libro creo que han llegado incluso a ganarse un espacio en mi top de personajes favoritos como es Paula de Ferrari, una carmelita descalza muy problemática que me hacía reír y cuyos consejos planeo llevarlos conmigo por siempre.
La forma de escribir de la autora es maravillosa, los detalles a la hora de describir una habitación o los sentimientos de los personajes que te permiten conectar perfectamente con ellos y no te dejan soltar el libro hasta que llegues al punto final. Espero pronto leer algo más de esta escritora que rebosa de talento.
Un libro que se narra con crudeza y te hace temblar pero que también te llena el corazón de ternura al ver como, después de todo, Abigail logra encontrar una salida y un poco de luz en su vida que había sido una verdadera tortura.
No puedo hacer otra cosa que decir que se merece el máximo de mi puntuación y recomendarla a todos, eso si, si eres débil de estómago y no te gustan los relatos demasiado crudos y con descripciones increíblemente acertadas a situaciones que, no se pueden describir de otra forma que como horrorosas, creo que deberías dejar pasar, lamentablemente, este libro.
¿Qué leen ustedes estos días? Cuídense mucho y quédense en sus casas!!!!
Holi! No sé cómo no lo conocía, pero suena EXCELENTE y muy del tipo de libro que me conquista. Muchas gracias por tu reseña ♥
ResponderEliminarUn besote!